miércoles, 23 de agosto de 2017

Cápsula Bíblica 2377

En el estudio de la Sagrada Escritura, a lo largo de los años la observación astronómica fue descubriendo poco a poco unas leyes que no estaban en conformidad con los enunciados que la Biblia sostenía. Tarde o temprano había de crearse el conflicto entre la posición de los teólogos y la orientación de la ciencia. El caso Galileo constituye la punta de iceberg de este conflicto con su teoría sobre la traslación de la tierra en torno al sol. La mentalidad escolástica, formada a base de la lectura lógica de los textos bíblicos, no estaba capacitada para una conversión mental, como la exigida por el problema suscitado por Galileo. No ha de olvidarse, con todo, que Galileo no fue condenado por exponer su teoría (se le permitió seguir manteniéndola en privada, y como teoría y no como afirmación), sino por no obedecer el mandato de la Inquisición Romana de no exponerla ni defenderla públicamente de palabra o por escrito.

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