domingo, 6 de agosto de 2017

«La fábula de Orfeo» de Monteveri... La ópera más antigua, según se sabe

«La fábula de Orfeo» (en italiano: «La favola d'Orfeo») es una ópera compuesta por un prólogo y cinco actos, con música del compositor italiano Claudio Monteverdi (Cremona, bautizado el 15 de mayo de 1567 - Venecia, 29 de noviembre de 1643). El libreto de la obra es de Alessandro Striggio el Joven. Es la primera obras que se cataloga como ópera. Su primera representación fue en la Academia degl’Invaghiti de Mantua en Febrero de 1607 y el 24 de Febrero del mismo año en la Corte teatral de Mantua. Y fue publicada en Venecia en 1609.

Esta composición, conocida también como «el Orfeo», destaca por su poder dramático y su animada orquestación. Monteverdi utilizó una plétora de instrumentos poco usual para aquella época: violas, violines, flautas, oboes, cornos, trompetas, trombones, claves, arpas y dos órganos pequeños. El Orfeo es uno de los primeros ejemplos de la asignación específica de algunos instrumentos a ciertas partes de una obra. Monteverdi junta la monodia acompañada con coros, conjuntos vocales renacentistas y con una orquesta de cuarenta instrumentos.

El prólogo transcurre en la corte del duque de Mantua. Allí anuncia la duquesa, vestida como la Música (o la musa de la música), que contará a todos los presentes una fábula, la leyenda de Orfeo, el poeta mítico cuya música era capaz de conmover a los animales salvajes, a las piedras e incluso a los poderes del mundo subterráneo.

En el primer acto, Orfeo y Eurídice celebran sus bodas rodeados de ninfas y pastores danzando con alegría. Antes de su unión definitiva los dos amantes deben separarse una vez más por un breve tiempo, a fin de pedir la bendición y el auxilio de los dioses.

En el segundo acto, Orfeo recorre Tracia cantando alegremente. Piensa en la época en que allí vivía triste, pues su amada Eurídice todavía no le había dicho que le correspondía. Aparece una mensajera y anuncia que Eurídice ha muerto mordida por una serpiente venenosa mientras recogía flores. Sin vacilar, Orfeo parte para rescatar del mundo subterráneo a su amada, sin la cual no habrá vida para él, o para quedarse junto a ella para siempre en el reino de las sombras. La Esperanza conduce a Orfeo por ese difícil camino.

En el tercer acto, Orfeo ha alcanzado las puertas del tenebroso reino. La Esperanza debe abandonarlo allí: así lo estipulan las leyes. Caronte se niega a transportar a Orfeo por el río de los muertos; sin embargo, no puede resistirse al canto de Orfeo y cae en un ligero sueño. Orfeo empuña los remos y se dirige hacia las regiones vedadas a los mortales.

En el cuarto acto, Orfeo se encuentra frente a Plutón, soberano del mundo subterráneo. Proserpina, la esposa de Plutón, le ruega a éste que le conceda al poeta lo que pide. Plutón consiente en el regreso de ambos amantes a la superficie. Solamente pone una condición: Orfeo no debe mirar a Eurídice en ningún momento durante el regreso. Su firmeza debe sufrir difíciles pruebas; las Furias rodean a la pareja y amenazan a Eurídice. Desesperado, Orfeo se vuelve para mirarla, entonces la figura de Eurídice desaparece en la niebla y se pierde para siempre.

El quinto acto nos muestra a Orfeo todo consternado, que vive otra vez en Tracia, cuyo espíritu recuerda incansablemente a Eurídice en medio de un salvaje dolor. Por último, Apolo se apiada de él y lo convierte en una estrella que brilla para siempre en el cielo. Conmovidos, los pastores alaban su amor fiel y su arte inolvidable.

Esta y las demás óperas de Monteverdi, se han catalogado como barrocas tempranas, o pre-barrocas. Por aquel entonces, la música del norte de Italia transitaba entre el estilo renacentista tardío y el barroco temprano, y los compositores vanguardistas como Monteverdi, combinaban las tendencias estilísticas que se utilizaban en los círculos musicales más importantes como Florencia, Venecia o Ferrara.

«La fábula de Orfeo» puede considerarse como una obra maestra de la historia de la música, porque consolida la ópera, que se desarrollaría mucho más durante el Barroco. Como digo, es una de las óperas más antiguas del repertorio, aunque no está entre las más representadas. ¡Disfrútenla!



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