Hoy hablo de un libro un tanto especial que me regaló Armandina, una amiga Vanclarista a quien le fascina leer y comparte conmigo los libros que ya ha leído. Se trata de una historia con un inicio abrupto e impresionante que parece dejar un mal sabor pero que engancha al ver el giro inesperado que da y conduce luego a un final encantador. En 1956, a los catorce años de edad, Tony tiene un encuentro mucho muy comprometedor con una mujer casada, Lucy, la esposa de su mentor y amigo Ben, un ferviente católico que le da clases de catecismo. Cuando él los descubre, en una actitud más que sospechosa, le propone a Tony acompañarle a la Abadía de Quarr, en la isla de Wight, donde vive el Padre Joseph Warrilow, un monje benedictino que podrá aconsejarle moralmente y enseñarle su camino, porque está preocupado por el alma de Tony.
El Padre Joe —como era conocido— se convierte en su guía espiritual y amigo, luego de que lo que esperaba Tony, ser humillado por sus imperdonables pecados. Con él Tony habla de sus incertidumbres religiosas, los místicos de la Edad Media, el arte, la guerra y el sexo. Decide entonces que quiere ser monje y entrar en la Abadía de Quarr, pero finalmente, bajo la insistencia del Padre Joe, acepta una beca y entra en la Universidad de Cambridge. Allí descubre el teatro contemporáneo y su predilección por la sátira y se olvida de la idea de hacerse monje. Poco a poco empieza a dedicarse a la sátira social, escribe para periódicos y revistas y trabaja en los teatros como cómico. Llega a Los Ángeles dejando en Inglaterra a su novia Judy y a su hija. Con cierto sentimiento de vergüenza escribe ocasionalmente al Padre Joe que le contesta regularmente y con mucho cariño.
Durante cuarenta años, a medida que la vida de Tony experimenta drásticos altibajos en el mundo, descubre que sus visitas al padre Joe son la única constante de su vida en una relación de amistad que lo salva en más de una ocasión. «EL HOMBRE QUE SALVÓ MI ALMA» es el sincero relato de un hombre que aprendió a amar gracias a su guía espiritual, quien fue, sobre todo, un amigo incondicional.
El libro es como una especie de autobiografía. Tony Hendra, el autor, escritor cómico de origen inglés, cuenta parte de su vida como típico humorista polémico, que gana dinero a base de destrozar al prójimo. Él se descubre en el libro como el hombre inmerso en la espiral de la fama, la televisión, las publicaciones. Un ser que destroza sus matrimonios por puro egoísmo; y que juega con otras mujeres, según fluye su vida y sus mil historias laborales. Pero que no olvida que habría querido ser monje. Digo que es una especie de autobiografía, porque, aunque cuenta aparentemente la vida del autor, en realidad tiene la intención de mostrarnos a un hombre ejemplar, el padre Joe.
Me parece una historia extraordinaria de la fuerza de la fe religiosa en el mundo moderno. Un libro perfecto para tiempos de crisis, animando a seguir adelante sin perder la esperanza de volver a empezar. Creo que puede ser de gran utilidad para muchas personas, aunque, de entrada, puede incluso resultar un tanto escandaloso. Es una historia dura, con muchas páginas de crítica a algunos aspectos de la religión, pero tiene su sentido en el conjunto del libro. Por lo tanto es un libro que no se puede dejar a medias.
Armandina: ¡Gracias por este regalo!
Tony Hendra,
"El hombre que salvó mi alma",
Ed. Maeva,
Madrid 2004,
293 páginas.
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