lunes, 18 de diciembre de 2017

Cápsula Bíblica 2493

El rey David, en el célebre salmo 50, expresa su sentir ante Dios con un corazón contrito y humillado después de haber pecado y haberse arrepentido. Si por medio de un corazón quebrantado Dios puede llevar a cabo sus propósitos en una persona y en general en este mundo, entonces, ¿Por qué no darle las gracias por haber quebrantado el nuestro?

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