sábado, 23 de diciembre de 2017

Cápsula Bíblica 2498

Jamás podrá haber una motivación mayor a la santidad que la que brotó de las venas de Jesús. Por eso es importantísima la lectura continuada del Evangelio. Solamente leyendo y releyendo es que podremos conocer más a Jesús y luego, en el diálogo sincero con él en la oración, imitarle.

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