sábado, 23 de julio de 2011

Cápsula Bíblica 159

Los evangelios, de modo especial los evangelios sinópticos, son, desde el punto de vista literario, unos escritos singulares. A primera vista advertimos dos cosas: Aunque presentan una narración continuada de la actividad de Jesús, lo hacen normalmente a modo de cuadros. Podríamos decir que se parecen a una colección de diapositivas. Por otra parte, cada uno de estos cuadros, lo que denominamos perícopas, es enormemente significativo. Se trata de relatos densos y cortos, en los que no hay ni una palabra de más. Además, parece como si cada uno de ellos contuviera el evangelio entero. Es probable que hayamos experimentado esta sensación de densidad de los relatos evangélicos al oír la predicación sobre un texto determinado, o al leer algunos comentarios del Nuevo Testamento. Vale la pena hacer una lectura continuada para saborear estos pasajes.

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