domingo, 2 de septiembre de 2012

AMAR Y EDUCAR... Meditaciones para la vida en familia

El 31 de agosto murió Carlo María Martini, un hombre de Dios, un hombre de Iglesia, una de las personalidades más destacadas del mundo contemporáneo.

Martini nació en Orbassano, Turín, el 15 de febrero de 1927. Fue jesuita, cardenal de la Iglesia Católica y arzobispo emérito de Milán. Fue ordenado sacerdote en 1952 y comenzó una carrera fulgurante, tanto en el ámbito académico como en el eclesiástico. Era experto en la crítica textual del Nuevo Testamento y había estudiado los papiros y códices que contienen el texto griego de los Evangelios. Martini obtuvo varios doctorados y dominaba seis idiomas modernos, además del latín, del griego y del hebreo clásicos.

Tuvo una importante actividad académica e investigadora, publicó numerosos libros y artículos (basta recordar que él fue el único miembro católico del comité ecuménico que preparó la edición griega del Nuevo Testamento). Sus libros sobre los ejercicios espirituales son muy apreciados por la originalidad del enfoque, que combina la lealtad tradicional al modelo ignaciano con una nueva luz sobre las Escrituras. Entre ellos se encuentran “Ejercicios ignacianos a la luz de San Juan, El viaje espiritual de los Doce en el Evangelio de San Marcos, Ejercicios ignacianos a la luz de San Mateo, Los ejercicios espirituales a la luz de San Lucas, La vida de Moisés, La vida de Jesús existencia pascual”. En total escribió más de 50 libros, muchos de ellos best-sellers, como el que escribió con el semiólogo Umberto Eco.

En 1979 el Papa Juan Pablo II lo designó arzobispo de Milán –una de las mayores diócesis del mundo– y lo consagró personalmente en 1980. En esa diócesis permaneció más de veinte años. En noviembre de 2000 se le nombró Académico de Honor de la Academia Pontificia de las Ciencias.

Entre las famosas obras de Martini se cuentan: “Hombres de paz y de reconciliación”; “Abrirse”; “Máximas espírituales”; “Cambiar el corazón”; “Los Sacramentos”; “Los ejercicios de San Ignacio a la luz del Evangelio de Mateo”; “La llamada de Jesús”; “Orar con el Evangelio de Marcos” y este pequeño opúsculo para la vida de la familia que hoy recomiendo leer: "Amar y Educar".

Para el autor, la familia es lo primero y principal. Él escribe que si queremos salvar a la sociedad, hemnos de ir primero a la familia, porque sin familia, no puede haber sociedad.

Martini presenta en esta pequeña obra dos meditaciones: "Hacerse prójimo" y "Educar en familia". En la primera parte habla de la comunión profunda, de la comprensión mutua, de la confianza en todo acontecer bello o triste de la mpropia experiencia; allí habla también de la sinceridad moderada y cordial, del respeto total y del valor del cilencio. En la segunda parte nos dice que la sociedad del mañana será aquella que refleje lo que hoy es la familia y nos hace ver que ésta, la familia, está por desgracia, sometida a toda suerte de insidias por parte de quien busca lacerar el tejido de la sociedad.

La edición que me llegó viene de Venezuela y desgraciadamente no he encontrado el libro en PDF, pienso que se puede encontrar en librerías y que vale la pena buscarlo.


Carlo Maria Martini,
"Amar y Educar",
Ed. Paulinas,
Caracas 1991,
69 páginas.

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