domingo, 16 de septiembre de 2012

TENER Y SER... Dos modos de existir del hombre en un buen libro de Erich Fromm

El hombre sólo puede ser él mismo cuando es capaz de expresar sus potencialidades innatas, pero esto difícilmente puede llegar a ocurrir mientras su objetivo sea poseer la mayor cantidad de cosas posibles, si sólo se empeña en obtener posesiones concluirá convirtiéndose en un objeto más. En cambio para lograr «ser» debe dedicarse a una actividad auténtica que no es otra que aquella que le permite un pleno desarrollo de sus capacidades. En la vorágine de la sociedad moderna los individuos tienden a sentirse más aislados y solitarios, esto los obliga a buscar paliativos que les permitan superar ese sentimiento de inseguridad, una de las formas generalmente utilizadas es la de acumular un número creciente de posesiones, de tal manera que esos objetos se convierten en una extensión de su propio ser. Cuando esas adquisiciones se pierden es como que la persona extraviaba parte de su yo y se sentía como un individuo incompleto.

Esta semana quiero recomendar, para la lectura, una obra de Erich Fromm: "Tener y Ser". Erich From, (23 de marzo de 1900 - 18 de marzo de 1980) fue un destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judeoalemán que destacó como uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX.

Fromm  afirmó siempre que el ser humano actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe invertirse provechosamente. El hombre se ha convertido en un consumidor eterno, y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito. En este libro él dice que sólo abandonando el ansia de «tener», donde nos aferramos a las pertenencias y a nuestro ego, puede surgir el modo de «ser». Para «ser» es necesario evitar  el egoísmo y el egocentrismo, pero para muchos esto es dificultoso, renunciar a la orientación de tener les provoca angustia, sin llegar a percibir que al dejar de apoyarse en las propiedades pueden empezar a utilizar plenamente sus fuerzas y caminar por sí mismos.

Leyendo esta obra, que está escrita con un lenguaje sencillo y muy comprensible, uno medita en la diferencia entre ser y tener, que estriba en ver una sociedad interesada principalmente por las personas y otra que da preeminencia a las cosas. La orientación de tener es característica de la sociedad industrial occidental en la que el afán de lucro, la fama y el poder se han convertido en los problemas predominantes de la vida.


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