domingo, 23 de septiembre de 2012

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER... Un libro para convivir con un fantástico escritor japonés

He hablado en el post de música del gran músico japonés  Tōru Takemitsu, y ya que andamos por el país del sol naciente, en literatura también me quedo esta semana allá. “De qué hablo cuando hablo de correr” (What I Think About When I Think About Running – 走ることについて語るときに僕の語ること) es uno de los últimos libros de Haruki Murakami que nos han llegado.

Haruki Murakami (村上 春樹 Murakami Haruki) (Kioto, 12 de enero de 1949) es un escritor y traductor japonés autor de novelas y relatos. Sus obras de ficción y no ficción han generado críticas positivas y numerosos premios, incluyendo el Premio Franz Kafka y el Premio Jerusalem, entre otros.

En este libro Murakami no nos entrega una novela, sino un libro en el que nos cuenta, en primera persona, su experiencia como corredor de maratones, triatlones e incluso alguna que otra ultramaratón de 100km.  Es entretenido, se lee en unas horas de un tirón y al terminarlo te dan ganas de salir a correr. Aunque Haruki Murakami no anima en ningún momento al lector a salir correr, simplemente cuenta, en un estilo informal, como compagina su vida de escritor con un su afición por este sano hábito.

Murakami, quien nos comparte algo de su vida en algunas secciones del libro, vivió la mayor parte de su juventud en Kōbe. Su padre era hijo de un sacerdote budista. Su madre, hija de un comerciante de Osaka. Ambos enseñaban literatura japonesa. Desde la juventud estuvo muy influenciado por la cultura occidental, en particular, por la música y literatura. Creció leyendo numerosas obras de autores estadounidenses, como Kurt Vonnegut y Richard Brautigan. Y son esas influencias occidentales las que a menudo distinguen a Murakami de otros escritores japoneses.

Estudió literatura y teatro griegos en la Universidad de Waseda (Soudai), en donde conoció a su esposa, Yoko. Su primer trabajo fue en una tienda de discos (tal como uno de sus personajes principales, Toru Watanabe de Norwegian Wood). Antes de terminar sus estudios, Murakami abrió el bar de jazz Peter Cat ('El Gato Pedro') en Kokubunji, Tokio, el cual regentó junto con su esposa desde 1974 hasta 1981.

El éxito internacional le llegó con su novela «Norwegian Wood». Escribe especialmente novela de ficción, que a menudo es tachada en Japón de literatura pop. Su estilo, pudiéramos decir, es humorístico y surreal, y al mismo tiempo refleja la soledad y el ansia de amor en un modo que conmueve a lectores tanto orientales como occidentales. Murakami dibuja un mundo de oscilaciones permanentes, entre lo real y lo onírico, entre el gozo y la obscuridad, que ha seducido a Occidente. Cabe destacar la influencia de los autores que ha traducido, como Raymond Carver, F. Scott Fitzgerald o John Irving, a los que considera sus maestros.

Muchas novelas suyas tienen, además, temas y títulos referidos a una canción en particular como Dance, Dance, Dance (de The Dells), Norwegian Wood (los Beatles), y South of the Border, West of the Sun (La primera parte es el título de una canción de Nat King Cole). Esta afición —la música— recorre toda su obra.

Murakami, cómo podemos entender desde el título del libro, es muy aficionado al deporte y en especial a correr: participa en maratones y triatletismo, aunque no empezó a correr hasta los 33 años. El 23 de junio de 1996 completó su primer ultramaratón, una carrera de 100 kilómetros alrededor del lago Saroma en Hokkaido, Japón.

Sin duda alguna, este es uno de los mejores títulos de los últimos tiempos y, desde luego, uno de los más amenos libros sobre el atletismo popular que jamás se hayan escrito. Además, si no se conoce a Haruki, esta es una buenísima oportunidad de adentrarse, a través de estas pequeñas memorias que son 100% Murakami. en su particular visión de la vida, su magistral modo de narrar y su afán de superación reflejada en su literatura.



Haruki Murakami,
"De qué hablo cundo hablo de correr",
Editorial Tusquets Editores.
México 2010,
232 páginas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario