viernes, 7 de junio de 2013

Cápsula Bíblica 843

Leyendo ciertos pasajes del libro del Deuteronomio (Deut 12,41 por ejemplo), hay personas  que se pronuncian contra las imágenes por considerarlas ídolos, y se olvidan de que en la vida es posible y más peligroso tener ídolos del corazón, como el egoísmo, el culto de la propia personalidad, caprichos, etc. (1 Jn 5,21). En el Antiguo Testamento el mandamiento de no hacer imágenes servía para afirmar la trascendencia y espiritualidad de Dios que está sobre todo lo material y supera toda representación e imaginación humana. Hoy nosotros captamos eso muy bien y sabemos que las imágenes religiosas no son ídolos, sino recuerdo de una presencia, como lo puede ser la fotografía de un ser querido.

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