domingo, 16 de marzo de 2014

«FATUM»... Una de las más desconocidas composiciones de Tchaikovsky

Hay música de ciertos compositores que es siempre interpretada con bombo y platillo, obras que se repiten una y otra vez en las grabaciones o en los concieretos y otras que quedan casi casi en el olvido total, como esta que quiero compartir para esta semana: El Poema Sinfónico «Fatum», de Tchaikovsky.

Un poema sinfónico es una obra de origen extra musical, es decir, de carácter poético literario, cuya finalidad es mover sentimientos y despertar sensaciones, o describir una escena mediante la música. Generalmente consta de un único movimiento y está escrito para orquesta, aunque puede ser para piano o para pequeñas formaciones instrumentales. El poema sinfónico es una guía para el desarrollo de la forma musical como tal en términos técnicos.

El término fue aplicado por primera vez por Franz Liszt que escribió trece composiciones de este género. La música descriptiva fue sin duda el mejor camino para transmitir obras literarias, ya fueran de carácter religioso, épico, heroico, fantástico, etc. pero será con el poema sinfonico donde ésta encuentre su más fuerte forma de expresión.

Un poema sinfónico puede ser una obra en sí misma, o formar parte de un ciclo de poemas sinfónicos a modo de suite.

Peter Ilyich Tchaikovsky comenzó a trabajar en el Poema Sinfónico que nos atañe, entre finales de septiembre y principios de octubre de 1868, armó la estructura del mismo entre el 21 de octubre y el 2 de noviembre, y completó la obra en diciembre de ese mismo año. El estreno tuvo lugar el 15 de febrero 1869, en el octavo concierto de la Sociedad Musical Rusa en Moscú , bajo la dirección por Nikolai Rubinstein . Tchaikovsky, curiosamente, escribió esta obra sin intención conocida, por eso a veces parece no ser su estilo. Él simeplemente fue añadiendo música según sus propios sentimientos a un texto en verso de Konstantin Nikolayevich Batyushkov sobre el tema de la futilidad de la vida humana. Tal vez los momentos de confusión por los que Peter Ilych atravesaba, y que no es el momento ni el lugar de describir, lo llevaron a refugiarse aquellosdos meses en eso.

Dicen que en el estreno el público, desconcertado, por la discrepancia entre los versos melancólicos y las partes más brillante de la música —una majestuosa introducción,  y el Allegro final— aplaudió calurosamente al final. La noche del estreno, Tchaikovsky escribió a su hermano Anatoli diciéndole: "Parece ser la mejor cosa que he escrito hasta ahora, al menos, eso es lo que dice la gente (con bastante éxito)".

Sin embargo, años más tarde, debido a que la obra no fue apreciada en otras partes como el día de su estreno, hizo que el compositor llegara incluso a destruir un manuscrito original que, en base en esto, estaba componiendo para una ópera. En 1896, tras la muerte de Tchaikovsky, la ópera fue reconstruido por la partitura original para orquesta y publicado por Mitrofan Belyayev como op. 77 a título póstumo.

Por supuesto es una obra que no ha sido grabada mucho y de la que no hay mas que pocas interpretaciones, pero vale la pena escucharla, estoy seguro que a más de dos de mis 7 perseverantes seguidores les gustará. ¡Feliz Domingo!

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