domingo, 30 de marzo de 2014

«MI IDOLATRADO HIJO SISÍ»... Una novela de Miguel Delibes de ayer y de hoy

Miguel Delibes es un escritor español (1920-2010) que se dio a conocer como novelista con "La sombra del ciprés es alargada", obra por la que obtuvo el Premio Nadal en 1947. Entre su vasta obra narrativa destacan el libro de esta semana: "Mi idolatrado hijo Sisí", "El camino", "Las ratas", "Cinco horas con Mario", "Las guerras de nuestros antepasados", "El disputado voto del señor Cayo", "Los santos inocentes", "Señora de rojo sobre fondo gris" o "El hereje". Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura (1955), el Premio de la Crítica (1962), el Premio Nacional de las Letras (1991) y el Premio Cervantes de Literatura (1993). Desde 1973 fue miembro de la Real Academia Española.

«Mi idolatrado hijo Sisí» es una novela que narra la vida de Cecilio Rubes, un hombre cuarentón y egoísta que vivía de fabricar de bañeras para estar siempre en la superficie de un mundo que empezaba a ser consumista. El personaje es alguien acompañado pero que está solo, que no ama a su mujer y que nada más se acuerda de Dios cuando le llega el agua al cuello. Sin pensar para nada en tener un hijo, de repente le viene la idea de que sería algo bueno y se lanza a la tarea de ser padre desde su estilo tan peculiar.

A la hora de educar a su hijo, a Cecilio sólo le interesará el hecho de que «sea feliz» y no le falte nada desde pequeño. No le importará, con los años, que frecuente los bajos ambientes ni que deje los estudios; a pesar de ver la disciplina con lo que los Sendín —vecinos y prototipo de la clase media conservadora y contrapunto de la propia familia de Cecilio— educan a sus hijos, cosa que le parece cómica e innecesaria. Sisí se desarrollará, desde sus primeros meses de vida, como un ser consentido y mal criado, como hijo único; mientras que los hermanos Sendín, listos, guapos y estudiosos, aprenderán a tocar el piano, a convivir, a ir a la iglesia, a vivir en familia.

Cecilio se dejará llevar por la despreocupación de todo lo que no haga feliz a Sisó, por lo cual recibirá un castigo, al revelársele el inmenso absurdo de su vida.

Sencillamente genial, esta novela de Delibes recorre la vida de una familia "acomodada" de la España de 1917 a 1938. Auténtica sátira moral, la novela aúna todas las cualidades narrativas de Delibes: su ajustado tratamiento de los personajes, su lenguaje rico y preciso, su maestría para recrear situaciones y acontecimientos de la vida española, su amplitud de registros y su intensidad. «Mi idolatrado hijo Sisí» ha sido, por años, considerada como una de las mejores novelas de Miguel Delibes y ha sido llevada al cine con el título de "Retrato de familia".

Cecilio Rubes, tiene su esposa, pero tiene también una joven amante a la que le ha puesto un pisisto y que alivia sus penas. Rubes es el prototipo del hombre egoísta y solitario que sin ser ejemplo de nada, es —según él piensa— el hombre más libre que pueda existir.

Ví el libro recomendado en una página de temas de formación para padres de familia y, con la ayuda de Vicky Castro y Ana Godínez llegó a mis ojos en edición PDF; de manera que me parece no será difícil encontrarlo en Internet. Me llamó la atención, y me sorprendió, que la época del libro, en cuanto a la vida superficial, al consumismo y a la mala educación de muchos hijos en este planeta, no está nada lejos de la realidad actual que se vive en muchas partes del mundo. Me impresiona, en mi vida como misionero, ver a muchos Cecilios Rubes que vagan por el mundo cediendo a la presión social de los males sociales que, olímpicamente, van marcando el ir y venir de familias, comunidades y naciones. A lo mejor «Mi idolatrado hijo Sisí», si se volviera a llevar al cine, pudiera rodarse ambientada en la época actual y en más de 10 o 20 naciones diversas.

Cada capítulo de la novela se abre igual, presentando las noticias del periódico de un día en concreto. Así el autor establece una relación entre los personajes y su entorno. Relación en la que Cecilio Rubes aparece como un individuo autónomo, aislado del mundo más allá de lo que representa el suyo propio y totalmente  indiferente —despistado— a los acontecimientos concretos. De este modo, el lector puede empatizar o no con la postura del protagonista, pues al final, irremediablemente, los acontecimientos involucrarán a todos los ciudadanos, incluido al mismísimo Sisí Rubes, que hasta entonces había vivido una vida feliz bajo la protección de una burbuja ideal que su padre había creado para él. Estos sucesos le conducirán, incluso antes que a otros que se habían implicado más que él en los temas políticos y sociales, a un desenlace dramático.

Como en los demás libros de  Delibes, el uso del lenguaje es abrumador y de una riqueza excepcional. Tanta que no entiendo cómo algunos jóvenes narradores españoles no han leído nunca al autor castellano.




Miguel Delibes,
"Mi Idolatrado Hijo Sisí",
Ed. Destinos,
Ed. Especial del 50 Aniversario.

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