sábado, 6 de septiembre de 2014

Cápsula Bíblica 1295

La Palabra, como dice el profeta Isaías (Is 55,10-11) no regresará nunca al Padre tal como salió de su boca, sino enriquecida de lo que ha obrado en el corazón del creyente; esto sucederá siempre que la jornada del creyente, su vida, su persona, su ser y quehacer, incluso sus fracasos y desilusiones; en fin, todo... se convierta en una especie de «regazo» como el de María, que todos los días de a luz una Palabra siempre nueva. ¡Demos vida la Biblia en nuestras vidas!

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