domingo, 28 de septiembre de 2014

«SABIDURÍA DE UN POBRE»... La obra más célebre de Éloi Leclerc

Eloi Leclerc es un Franciscano Capuchino Éloi Leclerc que nació en 1921; y que durante la Segunda Guerra Mundial fue deportado a los campos de concentración de Buchenwald y Dachau. Fue ordenado sacerdote en 1948 y ha sido profesor de historia de la filosofía y autor de numerosas obras, sobre todo centradas en Francisco de Asís y su experiencia espiritual. Su nombre ha quedado unido para siempre a su obra más leída y celebrada: "«SABIDURÍA DE UN POBRE», traducida en todo el mundo, con múltiples ediciones en un estilo ágil, sencillo y agradable que invita a saborear con calma cada una de sus páginas y que hoy les invito a leer.

No se trata —como muchos piensan— de una biografía de San Francisco, sino de un acercamiento al sufrimiento interior del pobrecillo de Asís en un momento muy concreto de su vida: cuando las enfermedades y la crisis de crecimiento de la Orden por él fundada lo introducen en una noche oscura de despojamiento y purificación. 

En el camino que conduce al espíritu de infancia, un hombre tan simple y tan pacificado como San Francisco de Asís tiene algo que decirnos y, ahora que tenemos un Papa que ha elegido este nombre de "Francisco". Este santo de la Edad Media, cuya fiesta estamos próximos a celebrar el 4 de octubre, nos está asombrosamente próximo. Parece haber sentido y comprendido nuestro drama de antemano, él que escribía: «Salve, Reina Sabiduría, que Dios te salve con tu hermana la pura simplicidad.» Sentimos demasiado claro que no puede haber sabiduría para nosotros que somos tan ricos en ciencia sin una vuelta a la pura simplicidad. Pero ¿quién mejor que el pobre de Asís puede enseñarnos lo que es la pura simplicidad?

Es la sabiduría de San Francisco lo que se propone evocar este libro: su alma, su actitud profunda ante Dios y ante los hombres. Dice Lecrec, "La sabiduría del pobre de Asís, por muy espontánea y radiante que nos parezca, no ha escapado a la ley común: ha sido fruto de la experiencia y de la prueba. Ha madurado lentamente en un recogimiento y despojamiento que no han cesado de profundizarse con el tiempo".

Pocos libros, como este, son dignos de ser guardados en un lugar preferente en nuestra biblioteca virtual o tradicional para releerlos a lo largo de nuestra vida. 

Creo que la primera edición fue en 1963, yo lo leí mucho después pero al volver hoy a mis manos de forma providencial, gracias a la biblioteca de Willy y Vicky Castro, reconozco que produce en mi los mismos sentimientos de aquella época en que leí este y otros libros sobre san Francisco.

En este libro, Francisco sale a nuestro encuentro sumido en la noche más oscura, invadido por el sentimiento terrible de la ausencia de Dios y temblando por no conocer los designios del Padre sobre él. Francisco, en una oración desgarrada, le suplica a Dios que se apiade de él y acabe con aquella oscuridad  para que los que le siguen no caminen entre sombras. ¡Quién de nosotros no ha experimentado esto al tratar de guiar a otras almas!

Es la época de la Pascua, Francisco, luego de haberse encontrado nuevamente con Clara, el Viernes Santo de aquel año se retira a meditar, quiere que la Palabra caiga en el fondo de su ser y repite el salmo de Jesús en la cruz:”Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?” es en ese trance en el que por primera vez en su vida se hace uno con Cristo sintiendo en plenitud la agonía del Hijo ante el abandono del Padre, la aceptación del fracaso de su vida humana, entregándose por entero a Dios. 

En aquel momento le es revelada la Sabiduría de un pobre. Descubre la verdad impenetrable de lo que es mirar con el alma a Cristo en la cruz, ese Dios indigente, frágil, desfallecido, que nos restituye a nuestra naturaleza de criaturas, en la que todo lo que somos, lo somos por la Gracia de Dios. Dice Chesterton desde la fascinación y el asombro ante la vida de Francisco, que “le aconteció algo que ha de permanecer sumamente oscuro para la mayoría de nosotros, personas vulgares y egoístas a quienes Dios no ha roto para rehacer”. A partir de entonces con esa certeza se puede comenzar a vivir la vida desde la gratitud y la alabanza a Dios.

Francisco regresa a la ermita, encuentra allí que el hermano Rufino ha hallado el camino de vuelta a la comunidad, con el alma transformada al comprender el secreto de la esencia de ser un Hermano Menor. Acompañado por su fiel hermano León, nos muestran en su acercamiento a las gentes sencillas, como se puede perder todo menos la confianza y como la Gloria de Dios  se manifiesta hasta en las cosas más inocentes. Descubren juntos donde radica la esencia de  la pureza del corazón, que no está en no tener nada que reprocharse y donde reside el origen de la verdadera  de la santidad. 

Se acerca Pentecostés y Francisco ha de acudir al Capítulo a reencontrarse con sus hermanos, el hermano Tancredo le visita para convencerle de que tome el gobierno de la Orden, sin embargo para Francisco ha cambiado todo, es ya otro hombre, un hombre de quien Dios se ha apiadado haciéndole comprender la Sabiduría de un pobre y manifestándole en que consiste la auténtica misión evangelizadora de los Hermanos. Ya sólo eso importa.

El libro para esta semana, es pues, un libro sencillo, de lectura ágil, y sobre todo, un libro de reflexión, de oración callada, íntima y profunda como la de Francisco: no decir nada, sólo escuchar. Es lectura que nos ayuda a comprender que en la experiencia de oscuridad, por la que todos pasamos en algún momento de nuestra vida, no hay que dejar de confiar y de pedir intensamente la Gracia de que nos sea revelada  la Sabiduría de un Pobre.



Éloi Lecrec,
"Sabiduría de un pobre"
Ed. Encuentro,
Madrid 20082,
108 páginas.

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