Antonio Vivaldi, sacerdote, empresario y compositor, hoy por hoy es uno de los compositores más conocidos en el mundo entero. Cuando alguien lo menciona, nadie se queda extrañado, y, gracias a la publicidad, a youtube y las redes sociales, todo el mundo conoce por lo menos el título de alguna de sus innumerables obras, por ejemplo "Las Cuatro Estaciones", una obra de gran mérito y belleza, pero no lo único de la amplia y exquisita producción de este gran compositor que como sacerdote, nos deja un hermoso testimonio que ha quedado escondido: "Todas sus partituras-especialmente las de sus 50 óperas, fueron encabezadas con las letras LDBMDA: Laus Deo Beatae que Marie Deiparae Amen.
Casi siempre trato de buscar entre semana diversas obras musicales conocidas o no, para seleccionar lo que quiero postear para mis 10 seguidores. Esta semana, viendo fotografías y videos de las lluvias torrenciales en mi tierra natal, Monterrey, decidí escuchar nuevamente «LA TEMPESTAD EN EL MAR» de Antonio Vivaldi y ahora quiero compartir esta obra. Vivaldi, tal vez por vivir en Venecia, muestra ciertamente una preocupación con las tempestades del mar ,y las estaciones del año, que se convierten para él en contextos imprescindibles para el desarrollo de su música.
La obra en sí está titulada como: "Concierto en mi bemol mayor para violín, cuerdas y bajo continuo «La Tempestad en el mar», op. 8 n. 5, RV 253 " y forma parte de una serie de doce conciertos que Vivaldi compuso, dedicada al conde Wenzel von Morzin, un primo del futuro patrón de Haydn.
Todo en este concierto es tan vivo, tan agudo y penetrante, tan llena de ímpetu, tan impactante que la imaginación, los sentidos, el alma, el cuerpo mismo pueden volar al mar en una sinfonía de furias que sacude el alma y anhela volver a la tranquilidad.
Lo que queda en nuestros oídos y corazones, luego de escuchar este concierto, es sencillamente la belleza que resuena en la música barroca y hace de esta y otras composiciones de la época, un instrumento para cautivar el alma y serenarla, como acallando la tempestad de ideas y hechos tormentosos que invaden la humanidad.
Vivaldi, sacerdote, empresario y compositor, evoca el espíritu agresivo y florido de sus tiempos en esta obra, u famoso y reconocido retrato en honor de Venecia, ciudad marítima: Tempesta di mari («LA TEMPESTAD EN EL MAR»). Lucha y pasión, anhelo de calma y paz, son la esencia del honor que rindió Vivaldi a su ciudad y a la Ospedale para niñas huérfanas sin dotes.
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