martes, 2 de diciembre de 2014

Cápsula Bíblica 1383

El Dios de Israel, en la Biblia, es ante todo, el único Dios; es lo que diferencia la religiosidad de Israel de la de los pueblos circunvecinos, que eran politeístas. Algunos quisieran interpretar su monoteísmo como producto de su vivencia esteparia en el desierto, donde no había objeto que poder «idolizar»; pero también otros pueblos vivían en el desierto y, sin embargo, eran idólatras. Sin duda que las razones son más profundas, y habrá que reconocer en el hecho una intervención directa de Dios que ha elegido a su pueblo. El peligro de la idolatría fue constante. Por eso los responsables siempre vieron la fidelidad monoteísta como una garantía de la pervivencia del pueblo de Israel.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario