Hace ocho días prometí que iba a comentar algo de «UN MUNDO FELIZ» el clásico de la literatura del siglo XX, y que presenta una sombría metáfora sobre el futuro. ¡Lo prometido es deuda!
La novela «UN MUNDO FELIZ», fue escrita en 1932 y describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, es te mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje. Un mundo feliz tiene lugar en una sociedad futurista incómodamente estéril y controlada, comúnmente conocida como "Estado Mundial".
El autor, Aldous Huxley, nos presenta una sociedad altamente tecnológica que utiliza todos los medios posibles para condicionar y controlar a la masa a fin de conseguir la estabilidad social. Los niños no nacen, se hacen, y están genéticamente manipulados para pertenecer a una de las cinco categorías de la población, jerárquicamente estructuradas: Alfa (la élite, los más inteligentes), Beta, Gamma, Delta y Epsilon (las castas inferiores, menos desarrollados física e intelectualmente).
En «UN MUNDO FELIZ», la rebelión no es vista como algo imposible, pero, simplemente, no es deseable. Sus habitantes no conocen otra manera de ser felices que hacer, precisamente, lo que han nacido para hacer. Tienen todas las comodidades que pueden desear y, si esto no fuera suficiente, tienen las drogas de diseño para alterar su percepción y olvidar y modificar sus inoportunas emociones negativas. Es la sociedad capitalista que nos ha tocado vivir. Huxley muestra cómo aquello que deseamos puede hacerse realidad.
Huxley, aunque británico, vivió la mayor parte de su vida en Estados Unidos, y la novela es una crítica a lo que se vivía en la América de los años 30, un reflejo de los miedos del período de entreguerras y una reacción a "Los hombres dioses", una utopía escrita en 1923 por H. G. Wells. Se trata de una sátira del comunismo, del socialismo, del capitalismo (él se consideraba anarquista), de la tecnologización de los procesos de producción.
Sin duda es una novela muy recomendada, una utopía/distopía por el hecho de cómo todo parece perfecto... pero no lo es. Es un libro que hace cuestionar muchas cosas acerca del pensamiento humano, la naturaleza del poder, la fe en Dios, la importancia del amor y el sufrimiento, y sufrir es lo que nos hace sentir vivos,...
Aldous Huxley,
"Un mundo feliz",
Ed. De Bolsillo,
254 páginas.
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