miércoles, 4 de enero de 2012

Cápsula Bíblica 324

Cuando uno se adentra en los escritos de los llamados «Santos Padres» (aquellos santos que con la riqueza de sus enseñanzas contribuyeron especialmente a la edificación de la Iglesia en sus primeros siglos), encuentra en sus escritos una actitud honda de escucha de la Palabra. De allí viene siempre una invitación a la meditación y al estudio de la misma. Algunos de esos Santos Padres son: San Atanasio, san Basilio el grande, su hermano san Gregorio de Nisa y su amigo san Gregorio Nacianceno. San Juan Crisóstomo, San Ambrosio, san Cirilo de Alejandría y San Jerónimo: gran experto en la Biblia; la tradujo al latín (la famosa Vulgata, texto oficial de la Iglesia durante muchos siglos). Están también san León Magno y san Agustín, considerado el principal padre de la Iglesia y una figura central de la historia.

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