Cápsula Bíblica 334

La Palabra de Dios es Palabra divina y palabra humana como Cristo es verdadero Dios y verdadero Hombre a la vez. Podemos decir que el Espíritu Santo, hizo la Biblia inspirando y el hombre la hizo escribiendo. Los dos son autores responsables del libro en todo lo que está escrito. Dios es autor de la Escritura porque quiere y crea la Biblia como un elemento necesario para la edificación de su Iglesia. Y, a su vez, el escritor humano es también autor de la Biblia porque quiere verdaderamente para sus adentros escribir un libro. Dios interviene para que él lo quiera así. Así como Cristo se nos entrega en la Eucaristía bajo las especies de pan y de vino, así la historia de nuestra Salvación se nos entrega bajo las especies de la palabra humana. Así podemos entender mejor que en la celebración de la santa Misa se habla de «la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucaristía». En la Misa adquiere pleno sentido la lectura bíblica porque la Eucaristía, sin la Biblia, sería una presencia muda, y la Biblia, sin la Eucaristía, sería la palabra de un ausente.