jueves, 24 de noviembre de 2011

Cápsula Bíblica 283

La Biblia no puede leerse ni consultarse con fruto sin un espíritu de familia, porque es el Libro de la familia de los hijos de Dios.De ahí que al leer y meditar la Sagrada Escritura tenemos que sentirnos unidos a la comunidad eclesial y estar atentos a las normas e indicaciones de las notas que la Iglesia, como Madre y Maestra nos da. cada Domingo, cuando en la Santa Misa se proclama la Palabra de Dios, se expresa la fe viva de la Iglesia que, como familia engendrada y sostenida en la fe, se encuentra con Dios en su Palabra.

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