sábado, 26 de noviembre de 2011

Cápsula Bíblica 285

La Biblia, por ser Palabra de Dios escrita, asegura nuestra fidelidad al mensaje salvífico, la Tradición que recibe esta Palabra de Dios, que no necesariamente queda consignada por escrito, asegura la continuidad histórica de esta historia de salvación, su dinamismo, su vitalidad y algo muy importante: su recta interpretación. Ambas, Escritura y Tradición, cada una según su naturaleza, son transmisoras inseparables de la única gran acción salvífica de Dios en favor del género humano. La Biblia es leída a la luz de la Tradición, y la Tradición, que interpreta la Palabra de Dios, testifica, junto a ella, al único Evangelio dado por Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario