sábado, 15 de octubre de 2011

Cápsula Bíblica 243

Al estar frente a un texto bíblico para leer, ve si tiene algún título. Por lo general los traductores de la Biblia ponen un título o subtítulo para facilitar la lectura. En seguida observa rápidamente los otros textos que están antes y después del texto escogido. De esta manera tienes más o menos el posible contexto del texto. Lee tranquilamente el texto. Si algo te llamó la atención, quédate con eso por ahora. Es aconsejable volver a leer el texto. Incluso una tercera repasada no hace mal. Es muy recomendable subrayar con un lápiz muy fino o con pluma o lápices de colores las frases o palabras que te llaman la atención o te inspiran algún sentimiento. Hay que cuidar de no utilizar  tinta fuerte ni resaltadores, porque por lo general todo se traspasa al reverso de la hoja ya que por lo general el papel de las Biblias es sumamente delgado.

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