domingo, 9 de octubre de 2011

Pavana para una infanta difunta.... Música de Ravel

"Pavana para una infanta difunta" ( en francés: Pavane pour une infante défunte) es una famosísima pieza para piano solo, escrita por el compositor francés Maurice Ravel. Fue compuesta en 1899 cuando Ravel estudiaba composición en el Conservatorio de París con Gabriel Fauré.

Esta obra, que es una de mis favoritas de Ravel, evoca la digna elegancia de una recepción en la corte real de España, así como el grácil movimiento de una infanta en los pasos de una pavana, esa danza lenta procesional que gozó de gran popularidad entre el siglo XVI y el siglo XVII. La alusión a estas refencias antiguas no significa que Ravel quisiera homenajear a alguna princesa histórica en particular, sino más bien expresar un entusiasmo nostálgico por la moda y la sensibilidad española que el autor compartía con muchos de sus contemporáneos (sobre todo Debussy, de Séverac o el propio Albéniz) y que manifestó en otras obras, tales como la "Rapsodia Española" y el conosidísimo "Bolero". Según algunos, Ravel quizás pensaba en Margarita Teresa de España, hija del rey Felipe IV de España, pero lo cierto es que no pensaba en nadie en especial. A pesar de las fantasiosas historias que aparecieron intentando vincular una historia dolorosa a la pieza, el compositor nunca dejó de sostener que se había sentido meramente atraído por los sonidos alterativos del nombre «Pour une infante defunte».

¡Eso me gusta! Porque así, al escuchar esta hermosa pieza clásica, cada uno podemos pensar en quien queramos y en lo que queramos, a mí, por su tono nostálgico, me ayuda a pensar en los seres queridos que han partido y han dejado huella en mi vida. Hoy pienso en «July», quien apenas nos acaba de dejar para regresar a la Casa Paterna el día 5.

Ravel dedicó la Pavana a su patrona, la Princesa de Polignac. El pianista español Ricardo Viñes ofreció el estreno el 5 de abril de 1902. La Pavana fue calurosamente acogida por el público, pero recibió reseñas más críticas de los músicos seguidores de Ravel. Incluso, el mismo Ravel la consideró de una "forma harto pobre" y se molestaba porque escuchaba interpretaciones que tendían a ser demasiado lentas y pesadas. En una ocasión, Ravel escuchó una versión así, y después le dijo al pianista: "Escucha hijo: ¡Mi composición se llama «Pavana para una infanta difunta», y no «Pavana difunta para una infanta»!" Entonces el mismo Ravel prefería tocarla, pues deseaba impedir que fuera tocada exclusivamente por aficionados que desvirtuaban los tiempos. Por una razón similar decidió orquestar la Pavana, unos once años después de haberla compuesto. Y el éxito de la composición siguió creciendo, ya que rápidamente se convirtió en una de las más populares de las obras orquestales, como lo sigue siendo.

Una interpretación normal de esta Pavana dura alrededor de seis o siete minutos, suficientes para pensar, meditar, recordar a alguien excepcional como July, a quien evoco con esta hermosa melodía y de quien siempre guardaré hermosos recuerdos.

Versión orquestada:



Versión para piano

2 comentarios:

  1. David, me da gusto que te deleites el oído con esta música. Si tienes alguna sugerencia házmela saber. ¡Me encanta la música clásica!

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