viernes, 28 de octubre de 2011

Cápsula Bíblica 256

Para leer bien la Biblia es necesario leer bien la vida. Conocer la realidad personal, familiar y comunitaria no sólo del contexto de lo que se lee, sino de nuestro propio país y del mundo actual. La Biblia no cayó del cielo ya hecha. Ella nació de las luchas, de las alegrías, de la esperanza y de la fe de un pueblo (ver Ex 3,7-10). Necesitamos echar una mirada al texto de la Biblia y otra al texto de la vida. ¿De qué habla el texto de la Biblia? La Palabra de Dios está en la Biblia y está en la vida. Necesitamos ojos para escudriñarla, oídos atentos, en alerta y un corazón libre para amar. Leer la Biblia con amor y con cariño, con la emoción que el texto provoca.¡Sólo quien ama a Dios y al prójimo puede entender lo que Dios habla hoy también!

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