martes, 25 de octubre de 2011

Cápsula Bíblica 253

Cuando decimos: "Palabra de Dios, te alabamos Señor" o “Palabra del Señor, gloria y honor a ti Señor Jesús”, lo decimos después de proclamar los textos de la Biblia en las celebraciones litúrgicas. Y así debemos escucharlos y leerlos, "como lo que son realmente: Palabra de Dios, que actúa en los que creen", según otra afirmación de san Pablo. Sólo esos textos tienen a Dios por autor principal, y ningún otro escrito, por bueno que sea, puede equipararse con ellos.

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