viernes, 8 de julio de 2011

Cápsula Bíblica 144

Después de haber leído la introducción de un libro, comienza a leer el texto mismo. No te apresures en leer todo de una vez. Lee solamente un pasaje, o un párrafo. Lee con atención y respeto, abriendo tu corazón a lo que Dios te quiere expresar. Subraya los textos que te impactan. En la primera lectura de un texto, te conviene leer siempre las notas explicativas que se encuentran debajo del texto bíblico. Estas notas explicativas y los comentarios van a clarificarte la comprensión de los textos bíblicos más difíciles. Son explicaciones escritas por especialistas y hay que tratar de entenderlas y, normalmente, han de ser aceptadas con confianza. Muchas personas, por no leer atentamente las notas explicativas quedan sin comprender un texto en su contexto propio, sin comprender los diversos estilos y doctrinas, y luego abandonan la lectura por aburrimiento. 

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