viernes, 1 de enero de 2021

«Canción de Cuna de María»... Un colofón

Max Reger (Brand, 19 de marzo de 1873 - Leipzig, 11 de mayo de 1916), fue un compositor, organista, pianista y profesor alemán y uno de esos músicos que no terminan de imponerse al paso del tiempo. Como artista fue metódico y trabajador, concentrado en ganarse un nombre al asociar el contrapunto y la técnica de Brahms con la audacia cromática de Liszt o Wagner. Pero su música fue criticada como farragosa, ardua, desprovista de lirismo y obsesionada con el dominio técnico. La fama, aunque injusta, le quedó.

Con todo, los artistas se guardan sus sorpresas. En respuesta a las críticas mencionadas Reger compuso una serie de 60 canciones entre 1903 y 1912 bajo el título genérico de Schlichte Weisen (Melodías Simples), evitando cualquier recarga de elaboración. Como resultado, esta colección vocal respira un clima íntimo, dulce, perfecto desmentido a cualquier acusación de escribir música «fea, bofa y aburrida».
Aun así, de estas Melodías Sencillas muy pocas han perdurado, salvo una: Mariä Wiegenlied, esto es, «Canción de Cuna de María», que les invito a escuchar como un colofón de este blog de «Lectura y música para el alma» con el que cierro este largo recorrido musical recordando que hoy es día de María, la Madre de Dios y a ella dedico esta entrada. 

Es común oír esta canción en esta época de Navidad, y por ello la elegí para compartirla hoy. La ternura inocente teñida por una suave melancolía hace de esta brevísima página un prodigio de belleza, difícil de olvidar. Les dejo esta canción como un colofón de este blog que por diez años pude mantener con mucho cariño para mis apreciados lectores. 

Muchas gracias por acompañarme estos diez años y escuchen esta canción varias veces, que es muy corta y vale la pena:

«DÉCIMO ANIVERSARIO DEL BLOG»... Adiós y muchas gracias


Todo proyecto tiene un principio y un final y hoy, a diez años de haber iniciado este blog de «Lectura y Música para el alma» llegamos a su fin al considerar, un servidor, como tarea realizada de dar a conocer la Sagrada Escritura en un versículo diario y una cápsula bíblica, además de recomendar una pieza de música clásica y un buen libro cada domingo como día dedicado al Señor.

Este proyecto, que inició, como digo, hace diez años, como un reto, se ha sostenido hasta hoy en medio de mi ser y quehacer como sacerdote y ahora, en medio de una pandemia sin precedentes, descubro que es tiempo de llegar al cierre del mismo. No ha sido nada fácil sostener la entrada diaria y sobre todo los comentarios de composiciones musicales y libros de la música y libros que leo como una pasión muy especial de escucha y lectura desde que era pequeño.

Estos últimos meses han sido un poco complicados no solamente por cuestión de la pandemia, sino por una situación de salud que ahora me acompaña, lo que hace que tenga que reducir un poco el ritmo de trabajo y enfocarme en ciertas cosas que exigen más tiempo y dedicación.

Esto no quiere decir que el blog no sea importante para mí... imagínense, ¡si hemos caminado diez años! Pero leo claramente en la voluntad de Dios que es tiempo de decir adiós y muchas gracias. 

Sí, muchas gracias como siempre a los que me han visitado en este espacio, a quienes han comentado aquí y en las redes sociales con las que el blog ha estado conectado, gracias a quienes han compartido y recomendado. Sigo compartiendo mi pequeño pensamiento de cada día, diversos artículos y temas, Horas Santas, Retiros, ejercicios Espirituales y demás; la dosis diaria de los libros que he leído y que me han llamado la atención y las frases de la beata María Inés en los blogs: www.padrealfredo.blogspot.com, www.unadosisdiaria.wordpress.com y www.madreines.wordpress.com.

Pero sobre todo y por encima de todo, gracias a Dios, que me ha regalado misericordiosamente el tiempo para que durante estos diez años tuviera la posibilidad de acercarme a cada uno de ustedes bajo la mirada amorosa de María; porque ha sido una bendición el compartir este aspecto de la vida en la lectura, estudio y meditación de la Palabra de Dios y en el gozo de escuchar música maravillosa y hacer buenas lecturas comentando con ustedes.

¡Cómo pasa el tiempo! Han sido diez años de oración con la Palabra de Dios meditando los diversos versículos de la Escritura y publicando cápsulas bíblicas para conocer mejor la Sagrada Escritura; diez años de escuchar hermosa música y compartirla y finalmente diez años de escribir reseñas sobre libros de todo tipo. 

Cuando este blog cumplió el primer año, no sabía si seguir escribiendo y compartí esto que ahora copio textualmente: «Cuando abrí el blog me propuse, entre los objetivos ofrecer, como sacerdote, un sitio un poco diferente a mi blog www.padrealfredo.blogspot.com con la ilusión de que alguien lo llegase leer y le resultase útil encontrar un versículo de la Biblia cada día, ilustrado con una fotografía y una pequeña cápsula bíblica para aprender un poco más de la Escritura. A la vez pensé en algo entretenido compartiendo la música que escucho y los libros que leo. Tengo que decir que pese a tratarse de un blog en apariencia sencillo, ha sido ardua la tarea de encontrar, sobre todo, la música y la selección de libros para cada domingo, pero no me puedo quejar, me ha ido bastante bien y el blog llega a mucha gente. Nunca me hubiese imaginado tener tantas visitas ni que el blog aparezca ya entre los primeros resultados de Google. Tampoco me hubiese imaginado que usuarios anónimos comentasen en mis posts ni mucho menos que me felicitasen por que les pareciese útil y ameno. Como sacerdote misionero las horas no me sobran, y en algunos momentos he llegado a agobiarme un poquito. Pero la mayoría del tiempo lo he disfrutado junto con ustedes». 

Y pasó el tiempo... y llegué, inesperadamente, a estos diez años cuando pensaba que no tendría material ni siquiera para dos años. Agradezco las más de 606,405 visitas a mi blog que se quedará en Internet para que lo sigan consultando cuando gusten.

¡Feliz y bendecido 2021 sobre todo como un año lleno de esperanza!

Me despido implorando la bendición del Señor.

Alfredo.

Cápsula Bíblica 3586

La lectura espiritual de la Sagrada Escritura elimina el peligro de un historicismo, que consistiría en leer la biblia como un documento del pasado sin resonancias para el día de hoy.

Nos acordamos siempre de Dios...

"Éstos en carros, aquellos en caballos, pero nosotros nos acordamos del nombre de Yahvé nuestro Dios" (Sal 20,8).