viernes, 2 de mayo de 2014

Cápsula Bíblica 1169

La Iglesia no está por encima de la Palabra de Dios y no puede suprimir de la Biblia ninguno de sus textos. Sin embargo, retiró del rezo de la Liturgia de las Horas algunos de los salmos por cuestiones pastorales que se juzgaron importantes en los años sesentas; esto no quita que, de manera particular, estas partes del salterio sean recitadas. Los salmos que fueron excluidos de la Liturgia de las Horas son el 58, el 63 y el 109; además de algunos versículos de algunos otros llamados «imprecatorios», que eran entendidos, en la mentalidad del pueblo  del Antiguo Testamento, en su ley de «ojo por ojo y diente por diente», como textos para implorar la venganza divina. Hay un libro llamado «Para comprender los Salmos» en donde el autor del mismo, Hilari Raguer, da pistas para hacer oración con esos textos desde el perdón y la misericordia que Cristo nos ha venido a enseñar.

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