viernes, 21 de agosto de 2015

Cápsula Bíblica 1645

Está claro que nuestro Dios se compadece de todo el que sufre, sea cual sea la causa de su sufrimiento. Hay en la Biblia muchas citas sobre el tema, pero algunos sufrimientos provienen de culpas del mismo hombre y Dios sufre con el que sufre. Así, la prisión justificada, la enfermedad adquirida por la mala conducta, las mutilaciones provenientes de la imprudencia, la pobreza resultante del despilfarro, etcétera. Aunque nuestro Dios misericordioso ame al que sufre, no alaba esas conductas pecaminosas, que son causa de los citados sufrimientos. Al contrario, las censura y critica. La Iglesia y los que en ella tienen misión de enseñar, hacen lo mismo que el Señor. ¡Hay que leer con atención la Biblia al respecto!... Harían mal si dejaran de censurar esas conductas pecaminosas.

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