En la Navidad pasada, estrené un regalo maravilloso, un lector electrónico KOBO, en donde ahora voy descargando los libros que quiero leer y que están en formato ePub. El aparatito ha sido una maravilla, pues en un dispositivo pequeño cargo toda una biblioteca. De ésta quiero compartir, de Gabriel García Márquez, su libro «YO NO VENGO A DECIR UN DISCURSO». Una obra publicada en papel el 29 de octubre de 2010 que conjuga, en 160 páginas, veintidós textos escritos a lo largo de su vida para ser leídos en público. Palabras que van desde 1944 hasta el 2007.
El título hace referencias a la frase que escribió García Márquez en el texto de despedida que leyó ante sus compañeros de Secundaria. Los discursos, disertaciones y conferencias reunidos en el libro, incluyen todo cuanto Gabriel García Márquez ha escrito para leer él mismo ante un público y que eran, hasta ese año, prácticamente inéditos.
El libro se inicia con ese discurso que le pidieron dar para despedir a sus compañeros que se graduaban en el Liceo de Zipaquirá (un municipio colombiano del departamento de Cundinamarca, ubicado en la provincia de Sabana Centro, de la que es la capital y sede de su diócesis, a 42 km de Bogotá) en 1944, y concluye con el que leyó ante la Academia de la Lengua y los reyes de España en su cumpleaños número 80, en 2007.
Por supuesto, entre tantos brillantes momentos, está el discurso «La soledad de América Latina» que García Márquez pronunció al recibir el premio Nobel de literatura. Gabriel menciona de manera simpática, su aversión a hablar en público: «Yo comencé a ser escritor en la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza»... «¿Qué hago yo encaramado en esta percha de honor, yo que siempre he considerado los discursos como el más terrorífico de los compromisos humanos?». También alude que al recibir el premio Rómulo Gallegos, en 1972, por su obra «Cien años de soledad», aceptó hacer dos de las cosas que se había prometido «no hacer jamás: recibir un premio y decir un discurso».
Estos discursos del premio nobel Gabriel García Márquez, ayudan a quien le guste leerlo a comprender más profundamente su vida y desvelan sus obsesiones fundamentales como escritor y ciudadano: su fervorosa vocación por la literatura, su pasión por el periodismo, su inquietud ante el desastre ecológico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramática, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortázar o Álvaro Mutis, entre otros muchos. Me parece que es el complemento indispensable a una obra narrativa que nos seguirá hablando en un largo porvenir.
Gabriel García Márquez,
"Yo no vengo a decir un discurso",
160 páginas.
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