Mario Benedetti escribió en 1953 primera novela: «Quién de nosotros», una pequeña joya narrada en tres voces y yo apenas la acabo de leer en esta semana. Dos días me bastaron para adentrarme, en ratitos, en eta corta narración de una historia cargada de silencio. La incomunicación es el tema principal propuesto por los tres narradores y protagonistas del relato, tres amigos —dos hombres y una mujer— que se conocen desde estudiantes y que no saben qué hacer con el «silencio del otro». De manera que no narran hablando, sino escribiendo sobre ese otro.
«Quién de nosotros» es una historia en la que Miguel, uno de los protagonistas, deambulando por un sólido monólogo interior (parte de su diario) camina sobre lo que pudo haber sido y no fue. Plagado de dudas sobre sí mismo (se llega a considerar un personaje secundario de su propia vida), sobre Alicia y Lucas (los otros dos protagonistas). Miguel es un hombre que se ha dejado llevar en su devenir existencial hasta llegar a ser alguien que va a la deriva, entre la marea de incertezas que se apoderan de él.
Miguel se mueve siempre torpe en el terreno afectivo, paralizado por los celos y la inseguridad, se convierte en protagonista de una historia sentimental que se repite: la de su madre paralizada existencialmente por el maltrato psicológico del que le hacía objeto su padre. No sabe qué espera Alicia de él como esposa años después ni sabe comportarse en un entorno social en donde siente a Lucas como un competidor por el amor de su mujer. Y por ello repasa su relación con Alicia desde el inicio, el desapego de Miguel hacia Alicia y hacia Lucas en la etapa del instituto, el regreso de Alicia a la vida de ambos tras varios años de ausencia, su matrimonio con ella y finalmente el cansancio de Alicia de lo que ella percibe como desamor. Miguel se va fabricondo un mundo de confusión que le lleva a pensar en el suicidio como única capacidad de supervivencia. En un delicioso ejercicio de autoficción que desconcierta, Alicia de repente es Claudia, Miguel es Andrés y Lucas es Lamas. Claudia accede a formar parte de este juego de ficción de Lamas en el que es juzgada y valorada por los amigos de él. Se produce en este instante un inquietante intercambio de papeles y uno se pregunta irremediablemente: «¿quién de nosotros juzga a quién?»
Esta frase «¿Quién de nosotros juzga a quién?», que es la última del libro, es utilizada por el autor para ofrecernos una imprevisible e irónica exploración de la soledad humana que a mí me ha llevado a pensar en la ausencia de Dios en muchas vidas de hoy y a agradecer, al mismo tiempo, que a mí Dios nunca me ha dejado y me ha hecho decidir bien, aún en momentos oscuros en los que uno experimenta esa soledad que, por la fe, se convierte en un abandono en las manos de Dios.
La aparición de «Quién de nosotros» fue celebrada, en el tiempo de su aparición por la crítica uruguaya, calificando la obra como «el libro más prometedor que nuestra literatura de ficción haya producido en estos años», y desde entonces ha sido reeditada continuamente.
Mario Benedetti,
"Quién de nosotros",
Ed. Alfaguara,
120 páginas.
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