domingo, 25 de septiembre de 2011

El lago de los cisnes... El ballet más apreciado de todos los tiempos

Tchaikovsky siempre ha sido para muchos, el compositos de música para ballet más apreciado en la tradición clásica.

¿Qué contribuye en el mundo de la danza clásica a que sea así? Basta verlo y/o escucharlo, comenzando por las notas del tema melancólico y misterioso del oboe, que anuncia la presencia de la princesa-cisne junto al lago, luego los ritmos, ya sean rápidos o lentos, que han inspirado (y aún inspiran) coreografías líricas, fluidas, y hasta un tanto dramáticas –si se quiere–que ofrecen gran oportunidad de lucimiento a los intérpretes.

La obra transcurre entre el amor y la magia, enlazando en sus cuadros la eterna lucha del bien y del mal. La protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rothbart y Odile el cisne negro e hija del brujo.

La primera presentación de El lago de los cisnes tuvo lugar en el Teatro Bolshoi de Moscú, el 4 de marzo de 1877. Tchaikovsky nunca antes había escrito música para ballet, a pesar de tener en su haber infinidad de maravillosas composiciones (que incluyen tres ballets, seis sinfonías, diez óperas, tres conciertos de piano y uno de violín, música incidental para distintas obras teatrales y un número considerable de canciones y piezas para piano). Según escribiera a su amigo Nikolai Rimsky-Korsakov, Tchaikovsky aceptó el proyecto de componer la música del ballet, porque “necesitaba dinero, y hacía tiempo que deseaba tratar de componer música de ese tipo”.

Con el tiempo, el propio Tchaikovsky revisó la partitura en varias ocasiones, añadiendo fragmentos de música de algunas otras de sus obras, en especial el Adagio principal de la ópera Ondine, que él mismo había descartado años atrás. A principios del siglo XX este Adagio sería añadido a la famosa escena del lago de Ivanov, donde quedaría convertido hasta nuestros días en el conocido y admirado Pas de deux central de ese acto.

Es difícil constatar cuántas versiones de este ballet han sido creadas hasta el presente, o cuántas existen activas en repertorios de compañías de la actualidad. Entre las puestas en escena más comentadas de años recientes, existen las que llevan las rúbricas de figuras de gran prestigio como Rudolf Nureyev, hecha para el Ballet Estatal de Viena, en 1964; la de Erik Bruhn, Ballet Nacional de Canadá, 1967; Anthony Dowell, Real Ballet de Londres, 1987; Peter Shaufuss, Ballet Holstebro, Dinamarca, 1998; Kevin McKenzie, American Ballet Theatre y Patrice Bart, Ballet de la Ópera Estatal de Berlín, 1998, etc. A todas éstas podría añadirse la versión de 35 minutos compuesta por George Balanchine para el New York City Ballet, sobre el “acto blanco” de Ivanov, que data de 1951, y la de Matthew Bourne, que en 1995 agitó al mundo del ballet con la cuestionable presencia de cisnes masculinos en la escena. Estas conocidas figuras aportaron nuevos puntos de vista al extraordinario trabajo que un francés y dos rusos lograron en otro siglo.

En Monterrey, durante estos días, dentro del Festival Internacional Santa Lucía, se puede apreciar la puesta en escena en el Teatro de la Ciudad por el Ballet de Monterrey que en una versión realizada para dos actos resulta sencillamente ¡genial!

Yo aquí les dejo una versión completa con Svetlana Zakharova, una bailarina de ballet clásico ucraniana que nació en Lutsk, Ucrania, el día 10 de junio de 1979 y es fantástica en el rol principal. Ha sido solicitada por diversas compañías de ballet para intepretar el papel del cisne blanco (Odette) y el cisne negro (Odile). ¡Disfrútenlo aquí si no están en Monterrey y no pueden ir al Teatro de la Ciudad!

3 comentarios:

  1. Interesante esta página, útil info... a propósito del tema echad una ojeda en mi blog: http://vivalabiodanza.wordpress.com
    Abrazo.

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  2. Yasnaya muchísimas gracias y me da gusto que encuentres útil la página. Gracias por compartir tu blog, muy ameno e interesante. ¡Felicidades!

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  3. Que soberbia producción.
    Siempre decimos no tengo tiempo.
    Y ahora no tengo tiempo pero ...
    la próxima vez que quiera descansar,
    si voy a descansar y a reponer mi espíritu viendo y oyendo
    Il Lago dei Cigni
    aqui
    Gracias Alfredo Pbro.

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