sábado, 22 de agosto de 2020

Cápsula Bíblica 3454

La revelación del pecado original, encerrada en el drama del paraíso en Génesis capítulo 3, no fue un dictado de Dios, sino el fruto de una larga reflexión sobre las condiciones concretas de la humanidad: su rebeldía para con Dios, el odio y la venganza, el dolor y la muerte. Bajo la luz del espíritu, el teólogo inspirado descubrió que en el origen de la humanidad debió haber habido un acto, una desobediencia, una separación del hombre respecto de Dios, que produjo el caos en el género humano.

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