jueves, 10 de octubre de 2013

Cápsula Bíblica 968

La palabra griega «parabolé» significa «comparación», y corresponde al término hebreo «mashal», que, sin embargo, tiene un significado más amplio: comparación, alegoría, proverbio, adivinanza... El evangelio, bajo este término de «parábola» nos ofrece toda esta amplia gama de matices que encierra el término hebreo. Esto no obstante, a un buen número de ellas podríamos aplicarles la definición que se dio al clasificar los géneros literarios de la Biblia. Se trataría, pues, de una breve narración de un suceso imaginario, del que se deduce, por comparación, una enseñanza moral. Pero al mismo tiempo importa advertir que las parábolas evangélicas no han de ser interpretadas como meras lecciones morales. Jesús pronuncia sus parábolas en el contexto de su anuncio del Reino de Dios; dicen, pues, relación a este Reino de Dios y están exigiendo una respuesta de acogida a la invitación que hacen. Hay que leerlas así.

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