Cápsula Bíblica 1523

La Biblia nos enseña que el primer hijo que nacía, era tratado con una especial consideración. Pertenecía a Dios (PRIMOGÉNITO). Tenía derecho a la BENDICIÓN de esa primogenitura, que lo acompañaría durante toda la vida. A la muerte del padre, pasaba a ocupar el puesto de jefe de la familia y recibía el doble de la herencia. Pero los distintos textos de la Biblia quieren demostrar que, ante Dios, nadie tiene derechos especiales: él elige gratuitamente a quien él quiere: Abel, Jacob, David y muchos otros son preferidos al hermano primogénito. Debido a los derechos de la primogenitura, al primer niño que naciera se le llamaba primogénito, aunque no lo siguiera otro hermano (Zac 12, 10 y, en el NT, Lc 2, 7, que prepara claramente el versículo 23). En ese sentido, primogénito equivale a heredero. Jesús es llamado PRIMOGÉNITO en un sentido muy profundo: Col 1, 15.18; Heb 1, 6; Ap 1, 5. De ahí la aplicación a los cristianos en Heb 12, 23.