jueves, 20 de febrero de 2020

Cápsula Bíblica 3271

Moisés murió en la entrada de la tierra prometida, y fue Josué quien introdujo al pueblo en ella. Pero no fue una cosa fácil, pues en la tierra prometida vivían siete naciones más fuertes y poderosas que Israel, con grandes ciudades amuralladas que eran prácticamente inexpugnables. Sin embargo, Dios les dice: «Has de saber hoy que el Señor, tu Dios, pasará él mismo delante de ti como fuego devorador. Tú los desposeerás y los destruirás pronto, como te dijo el Señor« (Dt 9, 3). Estas naciones son signo de los imposibles de nuestra vida y de aquello que es más fuerte que nosotros: el pecado. Pero de la mano de Dios vencemos.

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