viernes, 28 de febrero de 2020

Cápsula Bíblica 3279

Cuando muere el rey David, la Biblia nos narra que su hijo Salomón le sucede en el trono. De Salomón se dice que fue el más sabio de todos los reyes. El construyó el Templo de Jerusalén, lugar donde el pueblo de Israel daría culto a Dios durante siglos. Sin embargo, Salomón en su vejez se da a la lujuria y al lujo, perdiendo la sabiduría que Dios le había regalado y apartándose de Dios. Salomón nos muestra lo que la idolatría al dinero, al afecto y a la sexualidad provoca: perder la gracia de Dios, ir por caminos que hacen daño, y crear divisiones. Y nos muestra también que todo eso ocurre, en ocasiones, muy poco a poco a lo largo de muchos años, donde el maligno ha ido conquistando  corazones gracias a que la tibieza con Dios y la soberbia le abren el camino.

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