jueves, 16 de enero de 2020

Cápsula Bíblica 3236

Una de las cosas más importantes que se necesitan para recorrer el camino de la vida es conocer personalmente a Dios. Y una de las formas más fáciles de conocer a Dios es la escucha y lectura de las Escrituras. Pero escuchar la Palabra de Dios no significa oírla. De hecho, el propio Jesús lo explica con una parábola muy clara: salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros del cielo se lo comieron. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven (Lc 8,5-12). 

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