sábado, 11 de abril de 2020

Cápsula Bíblica 3322

Es muy importante prolongar interiormente a lo largo de todo el día lo que hemos escuchado de Dios al leer, estudiar y meditar la Sagrada Escritura, volviendo las veces que sea posible a lo que Dios nos ha dicho, como una antífona interior que nos ilumina el alma. Algo así como escribe Santa Teresa: “Tengo por gran merced del Señor la paciencia que su Majestad me dio… Mucho me aprovechó para tenerla haber leído la historia de Job en las Morales de San Gregorio… Traía muy ordinario estas palabras de Job en el pensamiento y decíalas: ‘Pues recibimos los bienes de la mano del Señor, ¿por qué no sufriremos los males?’ (Job 2,10). Esto me parece me ponía esfuerzo”. En otro lugar confiesa: “Otro tiempo traía yo delante muchas veces lo que dice San Pablo, que todo se puede en Dios (Fil. 4,13); en mí bien entendía que no podía nada. Esto me aprovechó mucho”. A nosotros también nos puede ser de gran provecho leer, estudiar y meditar la Palabra de Dios.

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