jueves, 14 de marzo de 2013

Cápsula Bíblica 758

El vino es, hasta el día de hoy, una bebida muy común y popular en Palestina. Por eso los viñedos y las uvas son tratados siempre con cariño. En la Biblia el vino es símbolo de alegría (Sal 104, 15); tomar vino es la imagen y anticipación de la plenitud esperada (escatológica). El Lagar donde pisan y exprimen las uvas para hacer vino, tiene también su simbolismo: es figura del castigo de los malvados (Is 63, 2), por eso el vino puede representar la ira de Dios (Ap 14, 10; Jer 25, 15-29; Sal 60, 5; 75, 9). En la cena eucarística del Nuevo Testamento, el uso del vino recibe el extraordinario simbolismo del mundo judío; recibe, al mismo tiempo, un sentido cristiano nuevo, todavía más profundo. 

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