domingo, 10 de marzo de 2013

«METRO CHABACANO»... Música divertida de Álvarez para una ciudad en movimiento

Esta semana las andanzas de misionero me llevaron a utilizar por primera vez la línea 12 del metro de Cd. de México. Mientras caminaba en el transbordo entre la línea 2 y ésta, pensaba en esta obra de Javier Álvarez que se ha convertido ya en favorita de muchos y ha sido, en los últimos tiempos, muy interpretada.

Javier Álvarez nació en Cd. de México en 1956 y realizó estudios de música en Milwaukee y en 1982 se trasladó a Londres para estudiar y trabajar en el Royal College of Music, y por esas fechas sus obras comenzaron a ser interpretadas en diversos países de Europa y América. Radicado desde entonces en la capital inglesa, Álvarez ha creado un interesante catálogo de obras que lo colocan como uno de los
compositores más importantes de su generación.

En 1986 Javier Álvarez compuso una pieza para cuerdas titulada «Canción de tierra y esperanza», dedicada a sus padres. Más tarde, en 1991, adaptó el material básico de la obra para cuarteto de cuerdas y la dedicó al famoso Cuarteto Latinoamericano. El nuevo título de la obra fue «Metro Chabacano», y se refiere a una fascinante instalación de arte cinético realizada por el artista Marcos Limenes en esa estación del metro de la Ciudad de México; una escalera eléctrica cíclica, suspendida en lo alto, habitada por maniquíes que dan vueltas interminablemente. De alguna manera, la obra de Javier Álvarez, con su dinámica de ritmo insistente y su diseño casi minimalista, comenta de manera ideal el concepto de moto perpetuo que está en el origen de la obra de Limenes. Metro Chabacano fue interpretada en vivo por el Cuarteto Latinoamericano durante la inauguración de la instalación de Limenes, y más tarde el propio compositor realizó la versión para orquesta de cuerdas. Poco después de su primera ejecución en la estación del metro, la obra recibió su primera interpretación en concierto, también a cargo del Cuarteto Latinoamericano, en la Sala Nezahualcóyotl.

«Metro Chabacano» es una composición vigorosa y genial con algunas características de la escuela minimalista americana, particularmente luego impulsada por el músico John Adams. La propuesta minimalista está hecha por un pulso rápido constante que a lo largo de la obra de siete minutos se deja sentir. Pero la obra contiene otros elementos que contradicen la etiqueta de "minimalismo", y desarrolla un uso del contrapunto y una variación de movimientos armónicos que las composiciones minimalistas habituales no tienen.

Desde su creación, «Metro Chabacano» se ha convertido en una obra favorita del público, tanto en México como en el extranjero, y ha sido grabada por varios cuartetos y orquestas de cuerdas. Además, esta divertida pieza ha sido objeto de varios arreglos y transcripciones, incluyendo uno particularmente interesante, para cuatro marimbas, realizado por el cuarteto mexicano de percusiones Tambuco y cuyo video presento aquí.

Tiempo después de escribir «Metro Chabacano», Álvarez se planteó la posibilidad de componer una obra dedicada a cada una de las estaciones del Metro de la Ciudad de México. Es claro que se trata de un proyecto a muy largo plazo —debido al enorme número de estaciones involucradas, casi doscientas—. Pero, por lo pronto dio el segundo paso en 1994, cuando compuso «Metro Taxqueña» —también para cuarteto de cuerdas—. El Cuarteto Brodsky estrenó la pieza en Londres ese mismo año. ¡Y el tercer paso también está dado! La siguiente de la serie fue «Metro Nativitas», de 1999, estrenada ese año por el Brodsky en el Concertgebouw de Amsterdam. Ya sólo le faltan a Javier Álvarez unas doscientas obras para completar la red, más las que se acumulen a medida que se sigan construyendo e inaugurando nuevas líneas
del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Por algo se empieza

«Metro Chabacano», de Javier Álvarez, suena maravillosa y es digna de escucharse una y otra vez.

Dirigida por Kei-Lynn Wilson:


Con Tambuco:

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