domingo, 17 de marzo de 2013

Philip Glass... MÚSICA CLÁSICA MINIMALISTA Y MUCHO MÁS

Esta semana quiero invitar a mis cinco seguidores, a escuchar música de un compositor estadounidense de música minimalista que actualmente sigue con su espíritu creador. Se trata de Philip Glass (31 de enero de 1937) un estadounidense compositor de música minimalista que nació en Baltimore y de niño empezó a enamorarse de la música a través de los discos que se comercializaban en el negocio de reparación de radios de su padre, como complemento del servicio de las radios. Ben Glass llevaba los discos que no se vendían bien a su casa para hacérselos escuchar a sus tres hijos. De esta forma, Philip se familiarizó rápidamente con los cuartetos de Beethoven, las sonatas de Schubert, las sinfonías de Shostakovich y otra música que se consideraba poco convencional en la época.  Empezó a estudiar flauta y la cambió luego por el piano, instrumento que tocó casi exclusivamente en su adolescencia y juventud. Recién cumplidos sus veinte años Glass tomó contacto con los clásicos más convencionales. De manera que podemos decir que la música de Philip Glass es minimalista y mucho más.

Glass viajó en 1966 al norte de la India, principalmente por razones religiosas, donde entró en contacto con los refugiados tibetanos. Se hizo budista y conoció al Dalai Lama en 1972. Es un gran defensor de la causa tibetana. Fue su trabajo con Ravi Shankar y su percepción del ritmo aditivo en la música india, lo que le condujo a su singular estilo. Cuando volvió a casa, renunció a todas sus composiciones anteriores al estilo de Milhaud y de Copland y empezó a escribir piezas austeras basadas en ritmos aditivos y con un sentido del tempo influenciado por Samuel Beckett, cuyo trabajo descubrió componiendo para obras de teatro experimentales. El poco aprecio que siente hacia los intérpretes y los espacios tradicionales lo llevaron a formar su propio grupo musical, con el que empezó a tocar principalmente en galerías de arte, siendo esta la única conexión real entre minimalismo musical y arte visual minimalista.

Philip Glass es sin duda uno de los más controvertidos artistas de la vanguardia de los siglos XX y XXI. La música de Philip Glass es... única. Después de diez segundos de audición, se nsabe que es Philip Glass, y no otro. Es el compositor más personal de la historia, con un estilo absolutamente intransferible, algo que nadie se atreve a repetir. Ha compuesto más de 20 óperas, largas y breves; nueve sinfonías; dos conciertos para piano y conciertos para violín, piano, timpani, saxofón y orquesta; ha puesto música a un viejo film como La bella y la bestia de Jean Cocteau. Trabaja habitualmente con el Philip Glass Ensemble. Ha colaborado con Paul Simon, Linda Ronstadt, Yo-Yo Ma, Doris Lessing y Robert Wilson.

Con el paso del tiempo, las obras de Glass van siendo cada vez menos austeras y más complejas, acabando por no ser en absoluto minimalistas y culminando con Music in Twelve Parts. A continuación, colaboró en la primera ópera de su trilogía Einstein on the Beach con Robert Wilson.

Glass orquestó algunas partes instrumentales de los discos de David Bowie Low y Heroes (Low Symphony y Heroes Symphony). Músico prolífico, ha orquestado muchas películas, incluyendo el documental experimental Koyaanisqatsi, de Godfrey Reggio; el biopic dirigido por Errol Morris A Brief History of Time (basado en el libro divulgativo de física de Stephen Hawking); Mishima, de Paul Schrader o Kundun, de Martin Scorsese. Recientemente Glass compuso la banda sonora de la película The Hours (Las horas) del director Stephen Daldry. También realizó la banda sonora del film "The Truman Show", ganando numerosos premios (Globo de oro y BAFTA) por ese trabajo.

Su Segunda Sinfonía es la más ambiciosa de sus composiciones. Esta Sinfonía es una obra de casi tres cuartos de hora de música. Una Sinfonía Minimalista, algo tal vez impensado en tiempos de Haydn , el padre de la Sinfonía, pero que este contemporáneo compositor ha sabido llevar adelante dentro de un lenguaje poco usual para grandes orquestas. También es conocida y muy escuchada su Tercer Sinfonía, que retoma una de sus obsesiones, la partitura de Richard Strauss llamada Metamorfosis, título a su vez de obras capitales suyas.

Vale la pena escuchar su Séptima Sinfonía "Tolteca", una obra de 30 minutos de duración, encargo de la National Symphony Orchestra para celebrar el 60 aniversario de Leonard Slatkin.

"La palabra Tolteca", explica Glass en el programa de mano, "se refiere a la creencia de que este pueblo fue la matriz espiritual de Mesoamérica, que comenzó muchos siglos antes de la invasión europea. Se cree que Mesoamérica se extendía desde lo que hoy sería la zona central de México hasta el norte de New Mexico y Texas en los Estados Unidos, y el sur de Guatemala y Nicaragua. La tradición indica que la cultura Tolteca llegó a su esplendor en la ciudad de Tula y dominó esa parte del mundo entre el 700 y el 1100 antes de la nueva era. La cultura maya y la azteca, que siguieron a la cultura Tolteca, respetaron sus conocimientos de matemáticas, astronomía y arquitectura".




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