domingo, 17 de marzo de 2013

Y COLORÍN COLORADO... Este cuento de Odin Dupeyron no se ha terminado

Esta semana me topé con el libro «Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado» Un libro muy ameno que se lee con una facilidad sorprendente y que habla de la vida, de los miedos, y del anhelo de la libertad. Es un cuento nos habla de la condición humana, de las decisiones que se van tomando a lo largo de la historia que es la vida y de la resolución más importante en la existencia, la de vivir intensamente a pesar de todo. Es el libro que quiero recomendar.

Entre una princesa, una dragón, un príncipe azul, hadas y gnomos, el lector encuentra reflejada alguna parte de su vida. Por momentos hace reír a carcajadas, llorar, pensar...  «Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado» habla de los finales y los eternos comenzares de la vida. De los viejos círculos que se cierran y de los nuevos que se abren, de todos los principios y de todos los finales que hay en el transcurso de la existencia humana, y por sobre todo esto, de la importancia que tiene vivir la vida...¡hasta el final! que para los que somos creyentes es el principio de algo nuevo y debo aclarar que el libro no hace referencia a esta vida eterna.

El libro está orientado a adultos o incluso jóvenes, quizá no tan adolescentes. Sin pretensiones de particular profundidad, es algo muy entretenido que mueve a la reflexión. Una exposición muy humana donde se destaca el valor de la confianza en uno mismo, la riqueza de la experiencia, la importancia de vivir cada momento con intensidad y el ejercicio de la prudencia.

La obra no cuestiona en lo más mínimo la licitud o moralidad de las actuaciónes o desiciones de los personajes, tan sólo vela por aprovechar el don de la vida sin desperdicio. No es, de ninguna manera, un libro que mueva, ni siquiera lejanamente, al libertinaje pero debo decir que no contempla normas morales objetivas. Tiene aspectos interesantes y positivos, formativos, pero incompletos. Sin embargo lo recomiendo porque hay en él mucho de positivo, aunque maneje un concepto sin trascendencia a la vida eterna, como ya he mencionado.

Cierto que es una novela de autosuperación, pero es también una novela divertida, ingeniosa y muy original. Su autor: Odin Dupeyron, mexicano, actor y escritor de guiones para televisión nos presneta con este cuento su primer libro publicado. El fruto del trabajo de Odín deja como resulytado una novela sencilla —algunos la podrían tachar incluso de ingenua— y muy disfrutable. ¿En qué reside su originalidad, qué la podría diferenciar de otras novelas de autoayuda? La forma en que está narrada, por supuesto.

Tenemos un narrador que es interpelado por sus personajes, quienes le piden o exigen, según sea el caso, que no termine el cuento que está contando, que aún no termine este capítulo, que haga esto, que haga aquello. Los personajes se independizan de la voluntad del narrador, asumido como el autor del texto que estamos leyendo. No llega hasta ahí el recurso, sino que el autor lo aprovecha para deslizar su opinión de que si ni siquiera los personajes de su libro están sujetos a su voluntad, mucho menos nosotros. Además de ser un cuento de hadas contemporáneo, con princesa, dragón y hada, pone las voces de los personajes, incluido el narrador —que no es más que un personaje más, en constante interacción con sus criaturas— diferenciadas con distintos colores de tinta.

El libro inicia el cuento narrando la historia de una princesa que estaba encerrada en un castillo y nunca se desidía a salir por que estaba esperando una señal y no sabia cual era, y un dragon del miedo la vigiaba para evitar que escapara; pero una noche, la princesa le reclamo al escritor que tenía frío, que no tenía cobija, que era un desconsiderado con ella y que nunca llegaba la dichosa señal, que todas las noches eran iguales.

Entonces se atrevió a abrir la puerta de su cuarto y descubrió que el dragón era un ser lleno de miedo. La princesa lo convencio de salior al enorme jardin, pero decidieron esperar hasta el amanecer para partir. A la mañana siguiente intentaron abrir la puerta pero un enorme candado rodeaba la manija, así la pincesa empezó a buscar algo para poder abrir la reja y salir. Despues de un rato, a la princesa se le ocurrió que el dragón le soplara fuego al candado para deshacerlo y acto seguido, todo desapareció, tanto la reja como el castillo...  «Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado»

La vida, con o sin dichas cosas, tenemos que seguirla viviendo, por lo que lo más que podemos es a apostar a actitudes claves.


Odin Dupeyron, 
"Y colorín colorado este cuento aun no se ha acabado",
Editorial Disidente,
México 2007,
149 páginas.

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