martes, 10 de marzo de 2020

Cápsula Bíblica 3290

Jesús es el Siervo de Yahvé anunciado por Isaías, sostenido por Dios y cargando con los pecados del mundo. Despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultaban los rostros, despreciado y desestimado (cf. Is 53,3). Así llegó a ser en su Pasión cuando todos lo abandonaron. Jesús acepta y desea incondicionalmente la voluntad de su Padre. Además, por amor, consuma la Redención en la cruz cargando con nuestros pecados. Él no se escandaliza de la Cruz, de la injusticia y del sufrimiento, como lo hacen en un primer momento sus discípulos. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca (cf. Is 53,7). Y Dios Padre, resucitándolo de la muerte, acreditó el camino del Siervo y abrió las puertas del abismo. De esta forma la muerte fue vencida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario