domingo, 22 de marzo de 2020

El «Concertino para órgano»... Una obra de Miguel Bernal Jiménez

El compositor michoacano Miguel Bernal Jiménez (1910-1956), es una de esas personalidades de la cultura mexicana de todos los tiempos que es digna de reconocimiento. Aunque su actividad principal fue la de compositor, es importante recalcar todas las otras facetas que caracterizaron su personalidad: difusor e impulsor de nuevas generaciones, organista, profesor, director coral, y promotor de la enseñanza musical.

Bernal Jiménez fue alumno de la Escuela Superior de Música Sacra de Michoacán y posteriormente marchó al Instituto Pontificio de Música Sacra en Roma. Estas dos instituciones forjaron en él su pasión por la música religiosa y el eterno amor que tuvo por la música para órgano. Es considerado el gran exponente de la música religiosa del siglo XX en México sin dejar de lado su importante aportación al movimiento musical del nacionalismo mexicano. Es considerado por algunos como el máximo exponente del movimiento del nacionalismo sacro.

Precisamente hoy quiero invitarles a escuchar, de sus obras, el «Concertino para órgano» que Bernal Jiménez compuso en 1949, y que fue estrenado bajo el título «Retablo medieval» el 6 de octubre de 1950 en el Palacio de Bellas Artes con el organista Guillermo Pinto y la Sinfónica Nacional dirigida por Luis Herrera de la Fuente.

El protagonismo del órgano, un instrumento europeo y religioso por antonomasia dificulta que la obra sea un genuino vehículo de expresión indígena. El contrapunto y los ecos lejanos del canto gregoriano, por su parte, terminan de convertir la obra en una estructura que bien puede asemejarse a una gran iglesia del barroco tardío erigida en su natal Morelia. Sin embargo —y en ello estriba el atractivo de escuchar esta obra— es el elemento purépecha, que se esfuerza empecinadamente por dejarse oír. La monodia popular, su ritmo imbricado y su diatonía franca, inducen una complejidad de texturas y un refinamiento orquestal que ennoblece la obra como dice el narrador y crítico Gerardo Kleinburg.

Los títulos que llevan los tiempos del Concertino —decía el mismo Miguel Bernal— quieren ser sólo una guía para ambientar al oyente, dado que la obra tiene que ver más con el pintoresco y vigoroso mundo medieval que con el ampuloso y muelle del 800. La obra tiene cuatro partes: 1.Mester de juglares, 2. Mester de clerecía, 3. Don Carnal y Doña Cuaresma y 4. Dueñas e monjas.

En su honor de este célebre compositor mexicano se creó el Festival Internacional de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, surgido en julio de 1989 con el objetivo de fomentar y de ampliar la enseñanza musical y con base en el proyecto del mismo compositor.

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