viernes, 15 de enero de 2016

Cápsula Bíblica 1792

En su «Cuerpo y Sangre», Cristo nos dejó el alimento espiritual de nuestras almas, en su «Sacerdocio» nos dejó el poder de consagrar y ofrecer los divinos misterios y de reconciliar con Dios a los pecadores arrepentidos, absolviéndolos de sus pecados, y en la doctrina de su «Evangelio» nos dejó el camino para la vida eterna. No siempre se está en disposición de recibir el Sagrado Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, ni a todos compete ejercer las funciones de su Sacerdocio. Pero su doctrina á todos es útil y necesaria, y no hay tiempo alguno en que no se puede sacar gran provecho de su lectura en la Biblia. 

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